Saturday 26 de March de 2011, 23:52:20

...Junto con Montserrat era la otra montaña especial que me atraía para recorrérmela y subirla. Rodeada por esas famosas fuentes de las que se sacan esas aguas mineralizadas y saludables, embotelladas en Sant Hilari Sacalm y Viladrau, que la hacen parecer ser un lugar de sanación, vida y recuperación...

      Como no podría ser, una de las montañas más importantes que rodean a Barcelona dentro de la Cordillera Prelitoral, es el Montseny. Muy reconocible su majestuoso perfil desde las laderas de Canadà Park y El Corredor, y desde los valles circundantes, atraen sus suaves pero altas formas. Comparándola con el resto de montañas de las cordilleras costeras catalanas, el Montseny se diferencia por su altura, siendo la única que sobrepasa los 1.300 mts. y llega hasta los 1.706 mts. de su cúspide en el Turó de l’Home y en Les Agudes. Aparte su formidable macizo está rodeado de formidables bosques y lugares encantadores.

     Junto con Montserrat era la otra montaña especial que me atraía para recorrérmela y subirla. Rodeada por esas famosas fuentes de las que se sacan esas aguas mineralizadas y saludables, embotelladas en Sant Hilari Sacalm y Viladrau, que la hacen parecer ser un lugar de sanación, vida y recuperación.

     Ha nevado ya en las montañas. Ya he visto desde la carretera el Montseny nevado en sus mayores alturas; por ello, entre un libro de guías de cuyo autor y editorial no recuerdo el nombre, recogido en la biblioteca de Sagrada Familia, y el espléndido mapa de carreteras de Cataluña, me dispongo a idear una interesante, entretenida y esforzada ruta. Después de mirar varios aspectos del macizo (cara norte, Matagalls, Turó de l’Home...) me decido por subir al Turó de l’Home desde la parte más cercana a Barcelona. Así aprovecharíamos la nieve caída para comenzar conociendo la montaña subiendo a su mayor altura.

     Por ello el pasado sábado 5 de febrero cogimos el coche y nos acercamos hasta la población La Costa del Montseny, muy cerca del pueblo que lleva el nombre de la montaña. Aquí subiríamos por una pista asfaltada que lleva a Santa Fe, en busca del paraje conocido como Fontmartina. Desde aquí subiremos por pistas, sendas, caminos y el perfectamente señalado G.R.-5 hasta la máxima altura del Montseny.

     Aún no hemos parado el coche y el bosque ya nos sorprende en esta parte de la montaña. Hace un día radiante, formidable de sol, y ha subido la temperatura estos días pasados, por lo que el Montseny ha perdido mucha nieve, pero aún queda en su cumbre. Poco antes de llegar a Fontmartina y después de una cerrada curva, llegamos a una zona plana, horizontal: es el Plá Juà, antes de llegar y pegado a la Plana del Coll (llamado en el mapa Coll d'en Planes). También después de haber pasado por la pista que baja al Camping de Fontmartina. Dejamos el coche en aquel solitario aparcamiento. No nos hemos tropezado con muchos coches. Hacía el norte vemos las espléndidas faldas del Turó de l’Home, de sus antenas y cimas con algo de nieve. El día es estupendo; el sol nos calentará de lo lindo en la actividad. Vemos mapas y señalizaciones del Parque Natural del Montseny: rutas, caminos, G.R.... intento memorizarlas como si de ello dependiera el éxito de la actividad e intentando visualizarlas en la montaña. Una senda de G.R. cruza hacía la derecha bajando en dirección al Camping de Fontmartina. Al otro lado de la pista, a la izquierda, otra indicación de G.R. sigue paralela a dicha pista asfaltada por un desvanecido camino. Nosotros seguiremos esta última indicación para acercarnos a la Plana del Coll.

     Anna me acompaña en esta singular aventura. Enseguida llegamos a la Plana del Coll, un área recreativa con sus barbacoas, aparcamiento y la fuente con el mismo nombre. Nosotros seguimos pista arriba siguiendo las señales de G.R. que ahora van pegadas al mismo asfalto. A la izquierda, y medio tapado por los árboles del bosque, vemos la otra parte del macizo, la más baja: la del Puig Drau, el Suiy Turó del Samon; con alturas entre los 1.265 y los 1.344 mts. En una muy cerrada curva de subida, nos encontramos una señalización y un camino bien definido: El Baiès de La Costa. El G.R. también se cuela por aquí. Por fin dejamos el duro y artificial asfalto, y nos vamos internando poco a poco en la maravillosa naturaleza del Montseny. Después de una curva que atraviesa el Sot de la Font dels Avellaners, un pequeño torrente por el que baja una cantidad apreciable de agüilla, el G.R. comienza a subir por la derecha de la ladera, pero nosotros seguiremos la pista en busca de la masía del Baiès de La Costa, tal y como dice la guía; y a pesar de las incertidumbres de Anna que sigue sin fiarse de mi intuición y orientación montañera. La vegetación del lugar es impresionante, exuberante y frondosa. Al poco tiempo vemos unas construcciones habitadas, con perros guardianes escandalosos y con una bien formada dentadura: es la masía del Baiès de La Costa. Vamos muy bien por el camino tal y como dice nuestro amigo en la guía. Seguimos el camino que pasa por la parte más alta de dicha construcción, no hacemos caso de los desafiantes ladridos de estos perros. Aquí la vista se abre bajo enormes y altos árboles; los pastizales y prados nos muestran un horizonte más limpio y ensanchado. Vemos mejor el anterior nombrado macizo suroeste del Montseny. En poquísimo menos tiempo llegamos a unos corrales bajo un gran árbol, un Quercus: es el Corral d’En Rovira. Aquí ya dejamos los caminos y casi la guía para seguir camino arriba, bordeando el corral, la construcción, en dirección y con vistas al nevado Turó de l’Home y sus antenas inhiestas, y en busca del G.R.-5.

    La pista comienza a empinarse, a subir de verdad. En un cruce nos encontramos con las señalizaciones del G.R. y decidimos seguirlo para llegar con buen pié y a tiempo a nuestro objetivo. A nuestra izquierda y norte aparece otra gran altura del macizo del Montseny: el Matagalls, de 1.696 mts. Solo lo diferencian 10 metros con la máxima altura. Ahora, en un camino-senda ancha, comienza a aparecer la nieve entre las sombras de los enanos árboles y matorrales; y mientras en el cielo, ni una nube. Por fin la senda comienza a coger altura, pero nuestro objetivo aún está lejos. Aparecen pocos montañeros por estos lares, pero algunos se ven. Casi nadie sigue este recorrido hoy.

     Más arriba las hayas, la amplitud del paisaje y una cantidad de nieve considerable empiezan a abundar. Ya hacía tiempo que quería pasearme por un bosque de hayas aquí en Cataluña. Hacía el sureste, los valles que quedan entre la Cordillera Litoral y la Prelitoral se vislumbran entre una neblina y un aspecto bucólico, frágil. Más arriba nos quedamos sin vegetación arbórea y da paso al matorral. El Turó de l’Home ya queda mucho más cerca. La nieve ya llega en ocasiones hasta casi las rodillas. El sol sigue quemando en este día espléndido, y la señalización del recorrido del G.R. es ideal; es imposible perderse. Cruzamos otro bosquecillo de hayas raquíticas sin hojas, con abundante nieve en su suelo. Después de este bosquecillo y dirigiéndonos directamente hacia la cumbre del Montseny, llegaremos hasta el Coll Sesbasses por el que pasa la pista que sube al Puig Sesolles (donde están las antenas); antes habremos pasado por el Pla del Saüquet, y  ya habremos cambiado nuestra dirección de norte a este. La subida al Coll Sesbasses la haremos en dirección norte de nuevo, después de una curva en la senda, ahora invisible bajo nuestros pies por la abundante nieve, pero claramente delineada en un espacio sin matorrales.

     Ya estamos en el Coll Sesbasses a 1.643 mts. La vista es increíble pero quiero apreciarla mejor desde la misma cumbre que queda tan cerca y fácil. Ya hay más gente que ha venido de otras partes de la montaña para subir al Turò de l’Home. Algunos exageradamente abrigados con abrigos de plumas como si se fueran a topar con una ventisca antártica. Ya apreciamos las vistas y formas de la parte norte del macizo: todo un enorme bosque de hayas con el suelo emblanquecido por la nieve. Mientras llegamos a la cumbre, detrás nuestro queda otra escarpada loma que termina en el pico Les Agudes de la misma altura que el propio Turó de l’Home. Y justo detrás de ésta, al fondo, todo el Pirineo nevado. La subida se hace ahora más tranquila por una pista medio senda. Ya arriba hay un refugio, un eje geodésico y una especie de planicie desde la que contemplar todo el magnífico paisaje en la atalaya más alta de las cordilleras costero catalanas: hacía el suroeste se recorta una alargada sierra como hecha a tijeretazos, con tremendas agujas y paredes de vértigo: es Montserrat. Espectacular visión de la montaña de Montserrat desde aquí. Las brumas comienzan a ganar terreno abajo en los valles. Hacia el noroeste el seguimiento del macizo del Montseny hacía Les Agudes y Matagalls, y detrás de ellos el Pirineo recorta el horizonte con su blanca nieve en las laderas de sus montañas. Hermoso. Seguido del pico hacía el sureste, el pico que contiene las antenas, el Puig Sesolles, seguido del bonito Turó Gros, éstos todos nevados. Magníficos...

     Comemos en la cima del Turó de l’Home, a 1.706 mts. de altura. El día sigue siendo muy bueno, con sol y calor para la época del año en la que estamos. Hay más gente que ha subido aquí compartiendo con nosotros el ideal día y la altiva cumbre. Me encuentro un mapa de Alpina deshecho de todo el Parque Natural del Montseny. Está muy rajado pero con un buen fixo lo restauraré y me lo quedaré. No hay que desperdiciar un buen mapa ni ensuciar la cumbre de una montaña.

     Decidimos bajarnos. Ya nos hemos hecho la foto de cumbre y he filmado los tremendos paisajes que se divisan desde aquí. Volvemos al Coll Sesbasses y emprendemos la bajada desandando nuestros pasos de subida. No hay pérdida. Aprovecho para hacer más fotos y hacernos fotos por lo magnífico del paisaje, del lugar y del tiempo... ¡no hay que desaprovechar! Todo por el estupendo G.R.-5.

     Es ya pasado el mediodía y nos encontramos gente, visitantes, que intentan subir al Turó de l’Home o pasearse por sus faldas. Están parados tomando un bocado bajo un enorme árbol. Decidimos bajar todo el tiempo por la estupenda senda del G.R. No pasaremos por la masía ni el corral de subida, esta vez directamente bajaremos por la frondosa y bonita senda hasta el camino de entrada, cerca de torrente de Sot de la Font dels Avellaners. Ahora seguimos por el camino hacía la izquierda en busca de la carretera y de la zona de Fontmartina. La vegetación en esta zona es estupenda, exuberante, frondosa: la humedad, la altura, el agua y todo en conjunto han creado un formidable bosque, verde y lleno de vida. No paro de hacerle fotos y de intentar captar ese instante, esa belleza...

     Volvemos a la pista asfaltada y ahora hacía la derecha, bajamos desandando lo andado, pasamos por la Plana del Coll (Coll d'en Planes) y el cruce en el que hay una caseta de información, del cual sale otra pista asfaltada que se dirige hacía la oficina del parque y a la propia Fontmartina. Pronto llegamos al coche y el día sigue tan magnífico como cuando empezamos. Ha sido una bella ruta en una bella montaña. También ha sido la ruta y actividad montañera más dura que ha hecho Anna, y lo ha hecho muy bien... pero no será la única.

     Es agradable andar y caminar por esta montaña, y todavía quedan muchos lugares, recorridos y picos que subir de ella... no se me olvida el Matagalls. Espero volver pronto para deleitarme con sus paisajes.   

Álbums de Fotos relacionados:

• El Montseny. Subida al Turó de l´Home.