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 Joaquín Terrés Joaquín Terrés
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Friday 7 de October de 2011, 16:19:06
El Corredor. Entre Brujas y Santas
Tipo de Entrada: RELATO | 7451 visitas

...cerrada y con un pequeño cementerio junto a una especie de cripta con cúpula de estilo árabe, Santa Eulalia de Tapioles nos ofrece ese encanto, misterio e incómodo misticismo que cualquier iglesia abandonada y medio arruinada nos puede transmitir en un lugar tan lleno de magia y energía...

     Aunque el título original sería “Ruta de las Brujas y las Santas”, éste queda mucho más expresivo. ¿Por qué Brujas y Santas?: el valle y lugar de Vallgorguina es famoso por sus leyendas, historias y anécdotas de aquelarres y reuniones de brujas y brujos por los boscosos alrededores, llenos de misterios y magia con esos monumentos megalíticos como el original Dolmen de Pedra Gentil. Y a la vez, el clero aprovechó para imponer en el lugar el culto religioso cristiano ante lo pagano construyendo solitarios y desolados templos, ahora perdidos, entre la inmensidad del bosque como Santa Eulalia de Tapioles; que, queriéndolo o no, han contribuido a propagar ese halo de misterio y esoterismo que rodea a estos lugares.

     El pasado sábado 1 de octubre, junto con Enrique y las dos Annas, iniciamos el recorrido desde la Calle Champiñón de Canadà Park (lugar de partida y regreso de muchas excursiones en esta montaña). Siguiendo el recorrido al revés explicado en Dolmen de Pedra Gentil en El Corredor, salimos por la calle de La Llanega Blanca en busca del Dolmen de Pedra Gentil y Santa Eulalia de Tapioles. Hace tiempo que no llueve en abundancia y el mes de octubre parece julio, pero el bosque y su vegetación seguían teniendo una exuberancia y belleza únicas. La pista, como se explica en el otro relato, no tiene pérdida si no nos equivocamos en los 2 o 3 cruces que tiene. El hecho es que debemos llegar hasta una construcción casi en ruinas, en medio de una loma boscosa, de la que anteriormente nos habrá llamado la atención el peculiar y fantasmagórico campanario de Santa Eulalia de Tapioles.

 

Campanario de Santa Eulalia de Tapioles Saliendo de Santa Eulalia de Tapioles


     Cerrada y con un pequeño cementerio junto a una especie de cripta con cúpula de estilo árabe, Santa Eulalia de Tapioles nos ofrece ese encanto, misterio e incómodo misticismo que cualquier iglesia abandonada y medio arruinada nos puede transmitir en un lugar tan lleno de magia y energía... ¡No me gustaría pasar una noche a solas entre esos muros carcomidos por el tiempo! Muy cerca y al otro lado de la pista que nos sube a El Corredor desde Vallgorguina, está el Dolmen de Pedra Gentil. Espectacular monumento megalítico emplazado en lo alto de un turó entre raíces que sobresalen entre la tierra y la roca, como nervios o conductos de energía, de vida, en una extensa y macabra red que conecta el lugar con el bosque. Lugar de aquelarres y de viejas historias de brujas; la energía del lugar así nos lo dice. Almorzamos junto a las rocas empinadas que apoyan otra plana como si se tratara de una enorme mesa de sacrificios, altar o “parabólica” para esos quehaceres mágicos y naturales.

 

Subiendo al Dolmen de Pedra Gentil Almorzando junto al Dolmen de Pedra Gentil

Dolmen de Pedra Gentil


     Del Dolmen de Pedra Gentil ya nos adentramos por un recorrido desconocido. En lugar de coger la aburrida y aplastada pista hacía El Corredor que viene de Vallgorguina, nos aventuramos por otro camino hacía la izquierda y sureste, más resguardado entre el bosque, más apetecible de recorrer. No es el que tiene una cadena nada más bajar del dolmen, si no, el siguiente. Éste lo flanquean dos magníficos ejemplares de quejigo, uno haciendo como de efigie a la entrada del camino, y el más grande detrás como intentando ocultarse, sin conseguirlo, entre la vegetación ¡Magníficos!   

     Este camino hace que perdamos altura acercándonos a Vallgorguina, pero es muy preferible a la dura y aburrida pista. Enrique me dice que estamos bajando mucho y perdiendo altura; empiezo a sospechar que nos hemos equivocado justo cuando nos topamos con otra senda, casi paralela, oblicua, que a la derecha y hacía arriba se dirige al Santuario de El Corredor: es el esperado G.R.-92. A partir de aquí seguiremos dicho recorrido hasta las mismas puertas del Santuario. El desnivel es más grande del que yo pensaba (desde que empezamos a pisar el G.R.-92 hasta El Corredor): desde unos 240 mts. hasta los 650 mts. del Santuario. Abajo se ven las casas de Vallgorguina, abarrancadas en la ladera boscosa; detrás una inmensa mole redondeada y como alargada le cubre todo el horizonte, es la Sierra del Montnegre. Sierra que comparte con El Corredor este espléndido parque natural. Pongo mis ojos en esa peculiar montaña para convertirla en uno de mis próximos objetivos en mis andanzas montañeras y aventureras por estos bosques.

 

Camino del G.R.-92 Can Pradell de La Serra

Vallgorguina y Sierra del Montnegre


     Pronto el sendero desemboca de nuevo en la angustiada pista, justo enfrente de una construcción y unos campos llanos de labranza frente a ellas: es Can Pradell de La Serra. Nos paramos a observar sus alrededores y descubrimos un mini estanque lleno de peces. Uno de ellos con la pancha como hinchada o inflada... ¡¡uuuggghhh!! como un “pez-mutante”... ¡je, je! Ahora seguimos la pista, o nos adentramos en una senda, que desemboca en, otra vez la pista... y justo cuando vuelve a internarse en otra senda a la izquierda en medio de la vegetación, a la derecha viene la pista que comienza en la parte más alta de Canadà Park y que seguimos en el primer recorrido a este bello lugar: Conociendo El Corredor. Nos puede servir como “vía de escape”. A partir de entonces seguiremos las indicaciones de esta nombrada ruta, desde aquí, en las cercanías de la masía del Trull o Truy hasta el Santuario de El Corredor. Pongo Trull o Truy por que en los mapas viene como Trull pero junto a la casa en una hermosa encima, está colgado el metálico cartel con las letras “Truy”. Y por fin, después de esta conocida y corta senda, llegamos a dicho árbol, a dicha masía y a dichos campos allanados de labor.  

     Seguimos por la horizontal y monótona pista buscando el “perdido” Dolmen del Trull por el lado izquierdo de la misma, nada más salir de las inmediaciones de la masía, entre los matorrales y vegetación, sin conseguirlo. Según el mapa tiene que estar por aquí. Pero desisto; no veo señalización ni nada que me lo indique, y decido no hacerle más caso y subir hacía El Corredor.

     Seguimos el G.R.-11 por la pista que de nuevo; entra en un sendero a la izquierda y vuelve a la pista ya sin dejarla hasta la misma cima de El Corredor. Se ha hecho más largo de lo esperado, y la subida con más desnivel de lo que parecía, pero ya estamos en las puertas del Santuario de El Corredor a unos 650 mts. de altura.

 

Joaquín y las dos Annas subiendo por el G.R.-92 Llegando al Santuario de El Corredor


     Nos recibe con una extraordinaria concentración de bicis de montaña, de las que podemos contar por decenas. Vienen del Matagalls (Montseny) y bajan a la costa. Descansamos un poco. Bebemos agua y rellenamos las cantimploras. Anna quiere acortar el recorrido por que bajaremos más tarde de lo esperado y, mirando mi recién comprado mapa de alpina del parque natural de Montnegre Corredor, vislumbro otra ruta de bajada algo más directa a Canadà Park sin pasar por los otros lugares que había planeado visitar con el nombre de esta ruta.

     La idea, que podéis realizar sin problemas, era salir del Santuario de El Corredor por el recorrido señalado hacía la izquierda en busca de la riera del Torrent del Sot del Fangar y un camino paralelo al mismo curso del torrente y en su fondo (como el recorrido pero al revés de Conociendo El Corredor) para disfrutar de la exuberancia de la vegetación del vallecillo, saliéndonos de las rutas señalizadas del parque. Éste saldría al Área Recreativa del Corredor desde la que seguiríamos, de nuevo, el G.R.-92 hacía el área de acampada y hasta toparnos de nuevo con la pista en el cruce con Ca l’Arenes. Desde Ca l’Arenes seguiríamos el final del recorrido descrito en De la Serralada Litoral a El Corredor por el G.R.-92 hacía Canadà Park pasando por el inolvidable Dolmen de Ca l’Arenes... aunque desde la ruta señalizada del parque, desde el mismo Santuario podemos llegar al Dolmen de Ca l’Arenes sin necesidad de pasar por dicha masía... a gusto del consumidor.

 

Santuario de El Corredor y ciclistas Cartel señalizador

Atrás dejamos el Santuario de El Corredor


     El caso es que nos decidimos, acertadamente, el bajarnos directamente del Santuario a Canadà Park. Para ello cogimos el camino señalado del parque por la derecha, y en un cruce de caminos bien definido dejamos el recorrido señalado del parque a la izquierda, y bajamos por el camino hacía la derecha, en busca de pasar bajo las líneas eléctricas (las cuales pasamos dos veces bajo ellas). La pista no tiene pérdida. Baja un desnivel considerable en poco tiempo con lo que la pendiente es evidente; con una dirección en general hacía el noroeste, en busca de Ca l’Illa y su riera. Éste lugar forma ahora un vallecillo entre el macizo principal de El Corredor del que bajamos y la Serra d’en Benet, tras la cual queda Canadà Park.

     Antes de llegar a Ca l’Illa desembocamos en otra pista junto a los campos de labranza de Ca l’Illa. Debemos seguir valle abajo hacía el oeste suroeste, dejando los prados a nuestra derecha. Estamos ya en octubre pero el calor es aún fuerte y acusado, como si estuviéramos a finales de junio. Por suerte la marcha se hace llevadera, rápida y sin contratiempos. Ya vemos la ordinaria construcción de Ca l’Illa a la derecha. Desembocamos en otra pista (enlazando con la ruta De la Serralada Litoral a El Corredor por el G.R.-92) y seguimos la misma que nos lleva en poco tiempo a Ca l’Illa hacía la derecha.

 

Bajando a Ca l'Illa


Por la senda hacía l'Esglèsia Vella o de Santa Maria L'Esglèsia Vella o de Santa Maria


     No llegamos a pasar por la puerta de Ca l’Illa, si no por abajo de su construcción siguiendo la pista. Ahora estamos en el trayecto final de la ruta De la Serralada Litoral a El Corredor por el G.R.-92... pero decidí ir por un sendero mejor y más vistoso que no por tanta pista aburrida, y más directo hacía l’Esglèsia Vella o de Santa Maria (la Ermita para los lugareños) el último templo que nos quedaría por visitar: para ello, al poco tiempo de dejar atrás Ca l’Illa nos encontramos con un cruce. El camino que lo cruza está como abandonado; a la izquierda baja, a la derecha sube. Seguimos el de la derecha (que parece se lo coma el monte) pero enseguida se allana y sigue hacía la izquierda metido y convertido en una senda ancha, entre la exuberante y plácida vegetación del lugar. Mucho más delicioso que andar por la ancha pista.

     Después de deleitarnos por este bello recorrido, la senda-camino termina en otra pista ya muy cerca del último templo a visitar. Solo hay que seguir a la izquierda y enseguida llegamos a la esperada Esglèsia Vella o de Santa María, que queda a la derecha del camino escondida entre los hermosos pinos. De nuevo junto a la iglesia vieja, restaurada, de campanario firme y cementerio nuevo, acurrucada entre esos pinos enormes. Último lugar pintoresco del recorrido. Ya solo queda bajar a Canadà Park que está más cerca de lo que parece.

 

Enrique y las dos Annas en l'Esglèsia Vella o de Santa Maria Joaquín y las dos Annas sentados en la puerta de l'Esglèsia Vella o de Santa Maria

Enrique sale del bosque en Canadà Park Anna sale del bosque en Canadà Park


     Debemos desandar el trayecto realizado hasta el mismo templo, y a tan solo unos 50 metros una escondida senda baja a nuestra izquierda metida entre estupendas y hermosas encinas, quejigos y frondosa vegetación. La reconocida bella senda, hermosa por el rincón que atraviesa, debemos dejarla en otro cruce de sendas para ir a la derecha, y después, junto a los restos de un castaño medio muerto y podrido, bajar a la izquierda. En seguida, una vertiginosa, corta pero muy boscosa pendiente nos deja en el cruce de la Calle Champiñón en Canadà Park.

     Reaparecemos de nuevo en la urbanización como personas dejadas por la espesura del bosque, la magia del monte y la maravilla de la naturaleza, después de haber sido abducidas por ellas durante 5 horas. Una dulce, sosegada y agradecida abstracción del mundo artificial y civilizado, para adentrarnos en la magia y naturaleza de estas Brujas y Santas.

 

mapa del recorrido

 

Punto rojo: punto de partida y regreso de la actividad.

Punto verde: ubicación aproximada del Dolmen de Ca l'Arenes

Rayas discontiuas verdes: Recorrido ideado en la ruta original

Raya continua azul: Recorrido realizado
     

 



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